El interés por su buen gobierno se deriva de la propia naturaleza de sus fines, centrados en áreas de especial necesidad y sensibilidad social, así como del origen no lucrativo de los recursos económicos que maneja y de la proyección social con la que cuenta. Por ello, las iniciativas y proyectos de la Fundación deben cumplir un requisito fundamental: velar por el interés general y perseguir el bien común.