“Desarrollamos e implantamos soluciones y tecnologías que facilitan la transformación digital en salud”
Como nuevo presidente del sector de Salud Digital de Fenin, ¿qué destacaría de este sector, dentro del ámbito global de Tecnología Sanitaria?
El nexo común de las empresas que formamos parte del sector de Salud Digital en Fenin es que desarrollamos e implantamos soluciones y tecnologías que facilitan la transformación digital en salud. El objetivo es promover espacios de influencia, conocimiento o posicionamiento respecto al valor aportado por las empresas proveedoras de salud digital para alcanzar la triple meta: mejores resultados, mejor uso de recursos y mejor experiencia de pacientes y profesionales, a través de nuevos procesos, servicios y canales no presenciales y desde cualquier ubicación, en tiempo real, a partir de la innovación en modelos asistenciales, accesibilidad, procesos integrados y continuidad de cuidados.
A partir de lo anterior, en el sector participan empresas muy heterogéneas en cuanto a tamaño y a visión, desde grandes multinacionales que ofrecen soluciones más holísticas hasta empresas más pequeñas y orientadas al desarrollo de tecnologías digitales para casos de uso más específicos.
En este sentido, creo que somos un sector muy transversal ya que estamos trabajando en algunas áreas que son determinantes en otros sectores de la Federación, como pueden ser la interoperabilidad entre sistemas, el Big Data o la inteligencia artificial.
¿Cuáles son los principales proyectos que está desarrollando el sector en estos momentos?
Dentro de la estrategia global de Fenin de poner en valor la contribución de la tecnología sanitaria al bienestar de la sociedad, queremos reforzar el papel de los grupos de trabajo (algunos ya constituidos y otros de nueva creación) para el desarrollo de documentos, informes de posicionamiento del sector, entre otros, que constituyan la contribución del sector de Salud Digital de Fenin al conocimiento y debate entre los distintos agentes sobre la transformación digital en salud.
Como ejemplos, podemos citar el documento que ha desarrollado el grupo de trabajo de interoperabilidad en colaboración con el comité técnico de Interoperabilidad del Sistema Nacional de Salud y la Sociedad Española de Informática de la Salud (SEIS), que propone una serie de recomendaciones para la mejora de la integración entre sistemas de información sanitarios con dispositivos y tecnologías médicas.
Desde el grupo de indicadores, en colaboración con la Fundación Cotec y gracias al trabajo de los socios y la valiosa información aportada por los distintos responsables de Sistemas y Tecnologías de la Información de los servicios regionales de salud, se ha elaborado un informe sobre el Índice de Madurez Digital en Salud que permite conocer el grado de desarrollo e implantación de herramientas, modelos y servicios digitales en el ámbito sanitario, desde cuatro perspectivas: el empoderamiento de la ciudadanía/paciente; la disponibilidad de herramientas de salud digital para el uso de la actividad del profesional clínico; la evaluación del avance tecnológico de la infraestructura IT de las organizaciones sanitarias para medir su preparación para desarrollar nuevos servicios de salud digital; y las herramientas de análisis de datos para la toma decisiones aplicado a la gestión/planificación, gestión de la salud poblacional, salud pública/epidemiología e investigación.
Próximamente se va a hacer la presentación pública de los resultados que creemos que van a aportar una buena y sencilla herramienta de autoevaluación y ‘benchmarking’ para las organizaciones sanitarias y el sector, en general.
También, y en colaboración con la SEIS y AMETIC, se ha creado un grupo de trabajo para la elaboración de un documento de posicionamiento estratégico en proyectos de innovación para estimular el desarrollo de programas y proyectos de Salud Digital financiados con fondos europeos, dentro de la agenda digital europea.
¿Cuáles son las principales innovaciones tecnológicas en el ámbito de Salud Digital y cómo se tienen que implantar para mejorar la salud y la calidad de vida de los pacientes?
Durante años, el desarrollo y avance de las tecnologías de la información y la comunicación ha sido vertiginoso: tanto las personas como las cosas están monitorizadas y disponemos de cada vez mayor cantidad de datos. Además, estos datos están interconectados y pueden ser tratados para aplicar herramientas de gestión del conocimiento y usarlos en ayuda a la toma de decisiones y en el desarrollo de nuevos servicios en tiempo real y desde cualquier ubicación.
Ejemplos de estos avances tecnológicos son las plataformas que integran, agregan, normalizan y ponen a disposición de los usuarios datos e información (Big Data), capturada a partir de dispositivos de monitorización en tiempo real (Internet of Medical Things), aplicaciones avanzadas basadas en micro-servicios, aplicaciones avanzadas de acceso a la información a través de dispositivos móviles inteligentes (Apps), sistemas de ayuda a la decisión tanto predictivos como prescriptivos (inteligencia artificial, bots, etc.), sistemas colaborativos no presenciales y redes sociales y profesionales, herramientas de interacción con tecnologías a partir del procesamiento del lenguaje natural, etc.
Los ejemplos de su aplicación en sectores de actividad como la banca, la industria, el comercio, el turismo, el ocio, entre otros, y en nuestro comportamiento social son incontables y los experimentamos y usamos cada día.
Sin embargo, la aplicación de estas herramientas digitales al sector de salud no ha llegado con la velocidad que todos esperábamos debido a los condicionantes específicos que tiene por la particular sensibilidad hacia la seguridad y protección de datos así como a cuestiones éticas, la importancia de aplicar criterios de equidad en la accesibilidad a los resultados en salud evitando brechas digitales, la enorme variabilidad y complejidad de los casos de uso, procesos y datos a tratar y por la complejidad de las propias organizaciones sanitarias, etc.
“El objetivo es promover espacios de influencia, conocimiento o posicionamiento respecto al valor aportado por las empresas proveedoras de salud digital para alcanzar la triple meta: mejores resultados, mejor uso de recursos y mejor experiencia de pacientes y profesionales.”
Las barreras para su extensión y uso masivo son conocidas tanto por las propias organizaciones sanitarias como por las empresas proveedoras, pero esto no hace que el reto no sea por ello menos complejo. En otros sectores de actividad los motores tractores del cambio han surgido de nuevos actores ofreciendo distintos servicios a usuarios y ciudadanos a partir de la construcción de nuevas plataformas tecnológicas avanzadas. Han sido las nuevas empresas y organizaciones las que han promovido un cambio disruptivo.
El proceso es más complejo cuando se quiere transformar una organización tan grande, tan compleja y con tanta inercia como una organización sanitaria. Esto solo será posible cuando se combine una dirección política y estratégica que defina una visión y un marco de trabajo de arriba abajo dotando de modelos de gobierno para la toma de decisiones y medios humanos, materiales y económicos, con una participación activa de los usuarios con iniciativas innovadoras de abajo a arriba orientadas a dar respuesta a sus necesidades específicas y a mejorar la eficiencia, calidad y la experiencia del usuario.
El sector Salud Digital, junto con la Fundación Cotec, ha elaborado el Informe de Madurez Digital, recopilando información de los 17 servicios sanitarios regionales de España ¿Qué datos aporta? ¿Cómo se encuentran las CC AA? ¿Qué hay que mejorar?
Este informe, cuyos resultados se van a presentar próximamente, ha sido fruto de la colaboración con la Fundación Cotec y de la participación de los responsables de Sistemas y Tecnologías de la Información de los servicios regionales de salud a los que queremos agradecer especialmente las horas que nos han dedicado en las entrevistas personales que hemos mantenido con cada uno de ellos y sus colaboradores.
Desde nuestro punto de vista, la transformación digital en salud no debe analizarse en base a la implantación de aplicaciones y soluciones tecnológicas sino en la disponibilidad de nuevos servicios sanitarios que sustituyan a los actuales basados en una nueva experiencia de usuario más ágil, eficiente y orientada a resultados en salud, desde cualquier ubicación y en tiempo real.
Por eso, decidimos abordar la elaboración de un Índice de Madurez Digital en Salud, que permitiera conocer el grado de desarrollo e implantación de herramientas, modelos y servicios digitales. Este índice, diseñado específicamente para la elaboración de este informe, se basa en el análisis de 40 indicadores que reflejan la disponibilidad o no de este servicio para pacientes y profesionales, el grado de madurez valorado en la riqueza de contenido del servicio y su grado de adopción real en la propia organización. Además, está orientado a ofrecer una sencilla herramienta de autoanálisis y comparación entre las organizaciones sanitarias participantes que permita diseñar futuras estrategias de transformación digital.
El informe presenta los datos y cada uno debe hacer su propia interpretación y obtención de conclusiones. En global, el índice que se obtiene para el conjunto del SNS es del 31,69%, lo que indica que todavía queda camino por recorrer.
Aunque existe una gran variabilidad entre la estrategia adoptada en las distintas Comunidades Autónomas, sí que se observa que, hasta la fecha, se ha invertido más en la mejora de los servicios para profesionales, con un índice del 41,30%, que para pacientes, que obtiene un índice de 23,21%.
El análisis de la situación de la renovación tecnológica de la infraestructura IT para el despliegue de estos servicios digitales, que obtiene un índice de 33,79%, revela que, dado el alto número de aplicaciones existentes, que se han puesto en marcha desde hace muchos años y que requieren mucho esfuerzo para evolucionarlas tecnológica y funcionalmente por su carácter monolítico y estructurado en silos de información que dan respuesta a soluciones departamentales concretas, supone una barrera para la transformación digital.
Finalmente, es muy revelador que el grado de desarrollo de soluciones analíticas incorporando nuevas tecnologías de ayuda a la decisión tanto descriptivas, como predictivas o prescriptivas, es muy bajo, con un índice de 17,77%. Es una demanda habitual de los profesionales que los sistemas de información actuales ofrecen las ventajas de un registro electrónico de los datos, pero que todavía no se aprovechan lo suficientemente para la mejora en la toma de decisiones informada.
¿Cuál ha sido la facturación del sector en España y cómo está siendo su evolución económica en los últimos años?
La mejor información que disponemos sobre la inversión en sistemas y tecnologías de la información en salud se basa en el Índice Anual que elabora la SEIS. En el último publicado, que incluye los datos de inversión en el año 2018, el conjunto de las organizaciones públicas sanitarias invierte cerca de 729 millones de euros, lo que implica un 1,23% de presupuesto global sanitario, muy por debajo de lo que se invierte en otros sectores de actividad o, incluso, comparado con la inversión TIC en el resto de las Administraciones Públicas. Este índice se elabora desde el año 2014 y siempre se encuentra en el mismo orden de magnitud en cuanto a porcentaje (entre el 1,22% – 1,27%). Esta cifra es claramente insuficiente para abordar con garantías de éxito la transformación digital de las organizaciones sanitarias y desarrollar un tejido empresarial innovador en España.
¿Cree que los ciudadanos son conscientes de que los centros sanitarios están incorporando innovaciones tecnológicas que les ayudan a mejorar su cuidado día a día y facilitarles una atención más precisa y adecuada?
Sí que hemos visto que en los últimos años se ha puesto más foco en el desarrollo de soluciones tecnológicas orientadas a los pacientes (Portales de Salud, Apps, Carpeta del Paciente, etc.). Sin embargo, a pesar de que la demanda por parte de los ciudadanos es muy alta porque les gustaría poder hacer uso de aplicaciones y servicios que ya ofrecen otros sectores como la banca o el turismo, el grado de madurez de los servicios disponibles y el grado de adopción es todavía bajo.
Sí se percibe una mayor disponibilidad de soluciones de acceso a la cita previa o a la historia de salud, pero todavía hay carencias de herramientas de ayuda a la gestión de la propia salud o enfermedad y, sobre todo, en cuanto a disponer de herramientas de acceso a servicios de comunicación paciente-profesional no presenciales: consultas virtuales o seguimiento de planes asistenciales integrados, entre otros.
