Profesor Fernando Bandrés, presidente de la Fundación Tecnología y Salud de Fenin.
Acostumbrados a vivir en un cierto estado de miopía existencial, las miradas de corto plazo confinan nuestra existencia en la rutina, de manera que resulta difícil y gravoso mirar al horizonte.
A nadie se le escapa imaginar lo que hubiera ocurrido si ante la crisis sanitaria mundial, provocada por la pandemia COVID-19, las tecnologías biomédicas aplicadas hubieran avanzado al mismo ritmo, lento y pausado, con que lo han hecho las políticas de salud o los modelos de gestión, en muchos casos enclaustrados en la visión corta y miranda onfaloscópica. Habría sido un verdadero cataclismo. Me permito augurar que esta experiencia va a exigir que los sistemas sanitarios y sus diferentes modelos de gestión elaboren su renovación en el marco de la nueva realidad tecnológica y sociosanitaria, presente y futura.
La Fundación Tecnología y Salud no puede ser, ni lo ha sido, ajena a este quehacer, siendo en todo momento nuestro reto fundacional convertirse en un instrumento innovador de apoyo al Sector de la Tecnología Sanitaria. De entre los muchos y diversos objetivos fundacionales, señalo dos retos que, a mi juicio son imprescindibles aportaciones sociales en este nuevo tiempo.
1. Desarrollar y elaborar proyectos de estudio y análisis riguroso de la nueva realidad sanitaria nacional y globalizada, aprovechando el talento y la experiencia de los miembros de la Fundación, así como de las sinergias y colaboraciones con otras “instituciones del conocimiento”,
como las universidades, centros de investigación y empresas del Sector. Creo que la Fundación Tecnología y Salud puede aportar conocimiento a la sociedad, desde la divulgación científica y tecnológica a la mejor formación actualizada de los profesionales de la salud. Es necesario renovar palabras y conceptos como la innovación, el liderazgo, la obsolescencia tecnológica, la biopolítica, la eficiencia, la responsabilidad o la nueva investigación, entre otras muchas, para entender las preguntas de nuestro tiempo y evitar que algunas, aparentes, respuestas sean meras ocurrencias.
2. La Fundación puede y debe ser el nexo de unión y el escenario para el diálogo y la colaboración entre el Sector de Tecnología Sanitaria con los pacientes y usuarios, teniendo como objetivo fundacional mostrar como la Tecnología Sanitaria es instrumento eficaz para humanizar la asistencia sanitaria. Esta visión teleológica de la tecnología podemos percibirla en presente cuando hablamos de una medicina personalizada y de precisión que va mucho más allá, incluso, de la medicina genómica. Profundizar en las antiguas y nuevas estrategias que relacionan la Tecnología Sanitaria asociada a la calidad y seguridad del paciente, nos sitúa delante de una nueva “cultura de la seguridad “en la atención sanitaria, que afecta a pacientes y profesionales de la salud.
Cuando las personas y las instituciones tienen la sensibilidad de mirar al horizonte, son capaces de encontrar “el sentido”. La Fundación Tecnología y Salud tradicionalmente vive su compromiso fundacional, reflejado en su visión, misión, valores y objetivos en el marco de un modelo de análisis, estudio y reflexión innovadores, a fin de ser capaces de transformar la información en conocimiento inteligente que nos señala “como se debe hacer”.
Este aprendizaje, a través de la experiencia y el compromiso de sus miembros, nos permite caminar con humildad hacia el horizonte de la sabiduría desde el que podremos decir “lo que se debería hacer” en el ámbito de la tecnología y la salud en una sociedad que desea ser más culta y más justa.
